Verona-Garda
"En la bella Verona se abre nuestra escena, donde entre dos familias de igual nobleza de antiguos rencores surge una nueva lucha" es la frase inicial de Romeo y Julieta, la famosa obra de William Shakespeare ambientada en Verona. ¿Y qué mejor manera de empezar nuestro recorrido en una de las ciudades más románticas del mundo? Verona, situada a orillas del río Adigio en la región nororiental del Véneto, es, después de Roma, la segunda ciudad italiana por la presencia de restos romanos bien conservados. Y de hecho, para dar un paso atrás en el tiempo, basta con perderse entre los arcos de la Arena, anfiteatro romano templo de la ópera internacional, caminar entre las gradas del Teatro Romano, que aún hoy se utiliza para espectáculos y representaciones, o pasear por el Puente Pietra, construido por los romanos hacia el siglo I a.C. Lo que hace única a esta ciudad, que fue romana, gótica, bizantina, lombarda y luego scaligera, visconti y finalmente veneciana, es la armoniosa combinación de todas estas dominaciones. Declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, el centro histórico de Verona cuenta con innumerables monumentos y atracciones que no hay que perderse, además de los ya mencionados, como la casa de Julieta, uno de los lugares más visitados de Italia, y la medieval Piazza delle Erbe, la "sala de estar" de la ciudad, donde se celebra a diario un característico mercado, y luego Castelvecchio, una imponente fortificación militar mandada construir por los Scaligeri, que ahora alberga el Museo Cívico, donde se conservan importantes obras de arte italiano. Y si todas estas maravillas no son suficientes para usted, debe saber que Verona está rodeada de territorios de gran interés cultural y gastronómico, como Valpolicella, una zona de colinas cubiertas de viñedos, donde se produce el famoso vino Amarone, y Lessinia, con su rico patrimonio medioambiental y naturalista, famosa sobre todo por su producción de queso. A una media hora en coche de la ciudad de Verona, se visita el lago de Garda, el mayor lago italiano, dividido en tres regiones: Lombardía, Véneto y Trentino-Alto Adigio. Es uno de los destinos turísticos más importantes del Bel Paese, gracias a su ambiente tranquilo, casi de antaño, y a sus impresionantes paisajes, que incluyen carreteras escénicas a lo largo de la costa, villas renacentistas, pueblos románicos, románticas aldeas a orillas de los lagos, todo ello sellado con degustaciones de vino y aceite de oliva locales. Como habrá adivinado, Verona y sus alrededores son también depositarios de una extraordinaria excelencia culinaria y enogastronómica. Desde la achicoria roja hasta el arroz vialone nano, desde los quesos de Lessinia, el pescado de Garda y el aceite de oliva hasta el pandoro y el Amarone della Valpolicella, son muchos los productos típicos que se pueden degustar en estas zonas, para una experiencia sensorial de 360° que satisfará incluso al viajero más exigente.