Venecia

Para (casi todos) los italianos es obvio, pero puede ser que no todos sepan que Venecia... flota en el agua! Es decir, la ciudad no es simplemente atravesada por canales bordeados por calles o aceras como Ámsterdam o San Petersburgo: en Venecia los canales son a menudo las únicas vías de comunicación, sin mencionar que parte de la ciudad se encuentra en un puñado de hermosas islas dispersas en la Laguna. Por esta razón, en la ciudad lagunar se circula estrictamente a pie o en barco: los coches, las motos, las bicicletas e incluso los patines están literalmente prohibidos. Y eso no es todo. A veces se pasa que Venecia se encuentra... bajo el agua: el fenómeno del agua alta (¡puede subir hasta un metro!), debido a la lluvia y a las mareas, obliga a todos a desplazarse por pasarelas improvisadas o a llevar botas de plástico (muchas tiendas, incluidos los estancos, venden las desechables) y a aventurarse entre calli, campielli y salizade inundados.

Calli, campielli y salizade son los términos venecianos para las calles, plazas y avenidas, mientras que sestieri son los seis distritos en los que se divide la ciudad: San Marco, Dorsoduro, Cannaregio, Santa Croce, San Polo y Castello. Esta división de la ciudad se remonta al siglo XII y comprende también la zona de la Giudecca, la Isla de San Giorgio Maggiore (sestiere San Marco) y la Isla de San Michele, donde se encuentra el cementerio (sestiere Castello). Toda esta información es útil si quieres orientarte en ese maravilloso laberinto que es el centro histórico.

Incluso Venecia tiene su propia red de transporte público y... privado: los vaporettos, verdaderos autobuses sobre el agua, son las embarcaciones más utilizadas también por los locales y por este motivo suelen estar abarrotados en las horas punta; los taxis son lanchas rápidas que atraviesan la laguna en un instante; para los que quieren una experiencia única y super romántica, en cambio, está la famosa y característica góndola, la elegante embarcación monocasco negra que se desliza lentamente sobre el agua mientras el gondolero canta todo el repertorio de stornelli y canciones de la tradición local.

Ça va sans dire que el agua de los canales no es apta para la natación y que las orillas son a menudo resbaladizas: ¡no te asomes demasiado para ser el "autogolpe de la vida" porque caer en el agua podría reservarse sorpresas desagradables!