Las maravillas naturales de la Toscana

Sunset in the countryside of Val d'Orcia
Sunset in the countryside of Val d'Orcia
Si bien la Toscana cuenta con un patrimonio histórico y cultural inigualable, también es un destino ideal para apreciar la belleza natural. Su paisaje de colinas, montañas y llanuras ofrece innumerables oportunidades para realizar actividades al aire libre o simplemente para salir de la ciudad.

Florencia está rodeada de colinas, suaves valles y exuberantes viñedos. Es fácil subir a pie (si eres aficionado al senderismo te resultará un paseo) o con los numerosos autobuses que salen del centro de la ciudad. A lo largo de los años, la colina de Fiesole ha sido fuente de inspiración para artistas, figuras espirituales, familias nobles, escritores y empresarios. Desde este privilegiado observatorio, salpicado de villas, museos, excavaciones arqueológicas, iglesias y conventos, podrá disfrutar de una hermosa vista de Florencia y de la campiña florentina. Si le gustan las vistas, otro lugar que no debe perderse es el pequeño pueblo de Settignano, también fácilmente accesible desde el centro de la ciudad, que en el pasado fue elegido como hogar por el pintor Telemaco Signorini, el poeta Gabriele D’Annunzio y el escritor Mark Twain, todos ellos fascinados por sus colinas onduladas y su ambiente tranquilo.

La célebre zona del Chianti, famosa por sus viñedos, sus verdes valles, sus hileras de cipreses, sus olivos, sus pueblos en las cimas de las colinas y sus abadías, está a una media hora en coche del centro de Florencia. Si tiene la suerte de ir entre septiembre y noviembre, podrá ser testigo de dos acontecimientos fundamentales para la economía y la cultura de la zona: la vendimia y la cosecha de aceitunas. ¿Se le ocurre algo más romántico que disfrutar de un picnic en un cálido día de finales de verano, saboreando vino nuevo y especialidades locales, rodeado de olivos y cipreses, en la surrealista tranquilidad de las colinas del Chianti?

Dejemos este idílico escenario para dirigirnos a un territorio mucho más crudo y salvaje, las Crete Senesi. Situadas en la zona sureste de Siena, las Cretas son colinas de arcilla, resultado de la continua erosión de los sedimentos del mar que cubrían la zona hace millones de años. Estas colinas áridas y suavemente onduladas, con su característico color gris-azulado y su aspecto casi lunar, están salpicadas de cipreses y granjas y aún encierran la esencia de la Toscana más auténtica, alejada de las rutas turísticas, rica en vestigios y restos de antiguas civilizaciones, característicos pueblos medievales y fiestas culinarias (incluida la de la trufa blanca, típica de la zona).

Siempre en la provincia de Siena, no puede perderse el encantador Val d’Orcia, una zona natural protegida del sur de la Toscana que se caracteriza por un paisaje único: suaves colinas cubiertas de extensiones de trigo, olivares, viñedos, cipreses, hayas y castaños y salpicadas de casas rurales, castillos y pequeñas ciudades de origen medieval como San Quirico, Pienza y Castiglione. Sus productos alimenticios y vinícolas son famosos en todo el mundo, desde el Brunello di Montalcino hasta los embutidos, pasando por el aceite de oliva virgen extra y las trufas. La zona es también un punto de tránsito de las rutas de peregrinación de la antigua Vía Francigena.

Entre la Toscana y el Lacio se extiende el vasto territorio de la Maremma, que se asoma al mar Tirreno. Un variado paraíso natural que incluye largas playas de arena fina, frondosos pinares, verdes colinas cultivadas, zonas de balneario y montañas cubiertas de densos bosques. Un entorno ideal para realizar itinerarios a caballo o de senderismo y una zona dedicada a la producción de excelentes vinos.

Por último, las siete islas mayores del archipiélago toscano (la mayor es la Isla de Elba) y las seis menores representan un valioso patrimonio natural debido a su posición geográfica. Diferentes entre sí en cuanto a paisaje, clima y morfología, son un destino para las vacaciones de verano y un verdadero refugio en la naturaleza para quienes buscan momentos de relax.