El Giardino Giusti. Una joya fuera del tiempo

Giardino Giusti, in Verona
Giardino Giusti, in Verona
Oasis verde a pocos minutos del centro histórico de Verona, el Giardino Giusti es un complejo urbano de gran belleza que induce a la lentitud y a la meditación y que culmina en un mirador que ofrece una sugerente vista de la ciudad.

Perfecto para quienes quieran dejar atrás por unas horas el caos y los turistas del casco antiguo, el Giardino Giusti, un espléndido ejemplo de espacio verde italiano del siglo XVI, contiene colecciones de flores, una avenida de cipreses, fuentes, cuevas acústicas, un laberinto de setos, valiosas estatuas mitológicas y renacentistas y restos romanos. La zona en la que se encuentra actualmente el jardín, junto a las antiguas murallas de la ciudad, fue adquirida en 1400 por la familia Giusti, de origen toscano, para desarrollar la industria del tinte de lana. En la segunda mitad del siglo XVI, el conde Agostino Giusti, hombre culto y apasionado por la música y la pintura, decidió convertir la planta de producción en un palacio e hizo ajardinar los campos circundantes, recreando un típico jardín renacentista toscano, de acuerdo con las tendencias arquitectónicas de la época. El resultado fue una extensión de terreno llano, bordeado al norte por un alto acantilado que sube al Colle di San Pietro, seguido de una pequeña franja de terreno suavemente ondulado.

El Giardino Giusti se convirtió en una parada obligatoria del Grand Tour: todos los grandes intelectuales y personalidades que pasaban por Verona, desde Cosme III a Mozart y Goethe, hasta el emperador José II y el rey Carlo Felice de Cerdeña, lo citaban y elogiaban su belleza. Todavía hoy el espacio conserva su aspecto del siglo XVI, ordenado y simétrico, aunque, subiendo al mirador y al jardín superior, la vegetación se vuelve más variada y salvaje, con arbustos bajos, rosas mosquetas, claveles, acantos, hierbas, así como magníficos ejemplares de árboles frutales. Este jardín es una joya escondida, un lugar romántico y atemporal, con una espléndida vista de Verona, que induce una inmediata sensación de tranquilidad y comunión con la naturaleza.