Castelvecchio: una joya medieval en el corazón de Verona

Castelvecchio in Verona (c) Alessandro Pantano
Castelvecchio in Verona (c) Alessandro Pantano
La antigua fortaleza de Castelvecchio, magnífico ejemplo de ingeniería del siglo XIV, tras una cuidadosa restauración del arquitecto Carlo Scarpa, alberga ahora una importante colección de arte.

Castelvecchio, construido a mediados del siglo XIV cerca del centro histórico, es una imponente fortaleza militar medieval, que hoy alberga el Museo Cívico (Museo Castelvecchio). Originalmente llamado Castillo de San Martino in Aquaro, tomó el nombre de Castello Vecchio (Castillo Viejo) cuando la familia Visconti construyó una nueva y más imponente fortaleza en la cima de la colina de San Pietro. A lo largo de los siglos, sirvió para muchas cosas: fue arsenal bajo los venecianos, cuartel bajo los austriacos y, finalmente, en 1944, lugar del famoso Juicio de Verona, que supuso la condena a muerte de Galeazzo Ciano y otros jerarcas fascistas.

A principios del siglo XX se sometió a una primera restauración para transformarlo en museo y se trasladaron allí las colecciones de arte cívico que antes se conservaban en el Palazzo Pompei. De 1958 a 1964, el museo fue objeto de una segunda renovación y de una reordenación de las salas y de las obras expuestas en ellas, bajo la dirección del gran arquitecto veneciano Carlo Scarpa, que intentó, en la medida de lo posible, devolver la luz a las estructuras originales, integrando al mismo tiempo elementos y detalles modernos, para que el museo fuera lo más utilizable posible. El resultado es una mezcla perfecta de pasado y presente, en la que los materiales típicos de la tradición veronesa, como el mármol de Valpolicella, se alternan con el acero y el hormigón, hasta el punto de que la restauración de Castelvecchio se considera la obra maestra absoluta de Carlo Scarpa.

En la actualidad, la fortaleza alberga el Museo Cívico, una de las mayores colecciones de arte italiana, cuyo interesante itinerario expositivo abarca desde la escultura hasta la joyería medieval, pasando por la pintura, desde 1300 hasta 1700, con obras de Rubens, Paolo Veronese, Pisanello y Mantegna. Especialmente sugerentes son los paseos de ronda del castillo, que permiten admirar Verona desde lo alto, mientras, deslumbrante, domina el río Adigio.