Palacio Ducal, poder y belleza

Palazzo Ducale
Palazzo Ducale
El Palacio Ducal era la sede del gobierno cuando Venecia era una temida potencia marítima en el mundo. Hoy en día es un museo y un lugar simbólico, con su admirable fachada, una obra maestra del gótico veneciano, y la monumental Scala dei Giganti en el patio interior.

Entre los edificios más famosos del mundo, el Palacio Ducal se encuentra a pocos pasos de la igualmente famosa Basílica de San Marcos y contribuye a hacer de la plaza del mismo nombre, con vistas al mar, un lugar de gran belleza.

Construido como sede de los Dogos, los gobernantes de la entonces República Marítima de Venecia, el Palacio Ducal es una obra maestra del gótico con características arquitectónicas muy especiales: su encanto, de hecho, deriva principalmente del contraste entre la grandeza de su bulto y la extraordinaria delicadeza de la columnata que lo sostiene. Su fachada rosada, capaz de aligerarse o suavizarse a medida que la luz cambia, es una de las más fotografiadas del universo. Por todas estas razones, admirar el Palacio desde fuera sería suficiente, pero visitarlo por dentro es una experiencia que no hay que perderse si se está interesado en la arquitectura, el arte o la historia.

El interior del Palacio Ducal es ahora un museo. El itinerario de visita sugerido traza un recorrido que sube y baja varias veces, atravesando todos los pisos y mostrando el Museo de la Ópera, el hermoso patio, las preciosas salas del Apartamento Ducal y las Salas Institucionales, terminando con una visita a la Armería y a las Cárceles. También hay itinerarios especiales, que pueden visitarse sólo con cita previa, que llevan a los visitantes individuales o a pequeños grupos, acompañados por un guía experto, a descubrir los lugares menos conocidos del Palacio.

Uno de los puentes más famosos y reconocibles de Venecia se encuentra aquí mismo, en el complejo del Palacio Ducal: el Puente de los Suspiros conecta el cuerpo principal del palacio con las antiguas Prisiones. De hecho, la leyenda cuenta que los condenados se detuvieron un momento en el puente, suspirando, para disfrutar de sus últimos momentos de libertad en la contemplación de las maravillas de Venecia. Hoy en día, liberado de su triste papel de pasaje a la oscuridad, el puente sigue siendo sólo su conmovedora belleza..