La Fenice, el teatro de Venecia

Teatro La Fenice (c) Riccardo Grassetti
Teatro La Fenice (c) Riccardo Grassetti
Con una historia llena de acontecimientos trágicos pero también de renacimientos y reconstrucciones, el Teatro La Fenice, uno de los escenarios de ópera más prestigiosos y símbolo de Venecia, ofrece temporada tras temporada un rico programa de eventos dedicados a la ópera, el ballet y la música clásica.

Como casi todo en Venecia e Italia, el teatro de La Fenice tiene una curiosa historia detrás. En 1972 La Fenice, el mítico pájaro renacido de sus cenizas, dio su nombre a lo que hoy es el teatro más famoso de Venecia. En la segunda mitad del siglo XVIII el prestigioso Teatro San Benedetto fue parcialmente destruido por el fuego. La noble Società dei Palchettisti, propietaria de la estructura, la reconstruyó pero luego tuvo que hacer frente a las reclamaciones de la familia Venier, que era propietaria de una parte del terreno, y se vio obligada a vender el complejo. La Sociedad decidió entonces construir otro teatro, más grande y lujoso, y el nombre elegido fue La Fenice, en honor a su «renacimiento«.

A lo largo de los años, La Fenice fue el hogar de numerosos estrenos de óperas de Rossini, Bellini, Donizetti y Verdi. Fue aquí donde el público participó por primera vez en óperas como La Traviata y La Bohème. ¡Nunca un nombre fue más evocador! En 1836, de hecho, un incendio dañó parte de la estructura, pero fue reconstruida en un año. En 1996 otro desastroso incendio destruyó casi completamente el teatro. Pero también esta vez, a pesar de los considerables daños, La Fenice se levantó de sus cenizas, más espléndida que nunca. La historia de este legendario teatro y sus protagonistas puede descubrirse gracias a las visitas guiadas que también permiten visitar la exposición permanente dedicada a María Callas y el interior del teatro, entre estucos y decoraciones doradas.

Los amantes de la ópera, por otra parte, no pueden perderse el evento anual que marca la apertura de la temporada de ópera, una noche de grandes actuaciones salpicada de celebridades en gran desempolvamiento, o los tradicionales conciertos de Navidad y Año Nuevo.