Palazzo Madama, la cuna de la historia

Palazzo Madama (c) Shutterstock.com
Palazzo Madama (c) Shutterstock.com
En el centro de la Piazza Castello, el Palazzo Madama siempre ha sido un punto de referencia de la ciudad, desde la época romana hasta 1848, cuando se convirtió en la sede del primer Senado subalpino. Debe su nombre a la "Madama Reale" Cristina de Francia, que vivió allí desde 1600. La vista de la ciudad desde la Torre Panorámica es imperdible.

Transformado en museo para preservar el patrimonio histórico de la región y sus excelencias decorativas -desde 1861 alberga las colecciones del Museo Cívico de Arte Antiguo-, el actual Palacio Madama es un entramado de historias y obras de arte encerrado en un elegante palacio barroco. El aspecto actual de este edificio de piedra blanca se debe al arquitecto Filippo Juvarra, pero sobre todo al gusto estético de dos importantes figuras femeninas de la familia real, María Cristina de Borbón-Francia y María Giovanna Battista de Saboya-Nemours, las «Madamas Reales» que vivieron aquí.

Dentro del museo hay dos rutas de visita, una dedicada a la historia de las salas, la otra al significado de las obras de arte que contienen. La oferta cultural, además, se desarrolla cronológicamente en cuatro plantas: en el sótano, a la altura de los cimientos romanos con acceso directo al Jardín Medieval, se encuentran las colecciones que datan de la Edad Media, con esculturas de piedra y orfebrería, para luego continuar a la planta baja, reservada a las obras del período gótico al Renacimiento, que incluye también el «Retrato del Hombre» de Antonello da Messina.

Las salas barrocas de la familia real de los siglos XVII y XVIII, con su galería de cuadros, decoraciones y mobiliario originales, pueden verse en el primer piso, mientras que las artes decorativas de diversas épocas, como la cerámica, los marfiles, los textiles y el vidrio, concluyen la visita en el segundo piso.