Pisa: entre la cultura, el arte y los «milagros»

Piazza dei Miracoli in Pisa, photo credits Rudi Maes
Piazza dei Miracoli in Pisa, photo credits Rudi Maes
Detrás de su apariencia medieval, Pisa es una ciudad con un alma joven y dinámica en la que las bellezas por descubrir y las experiencias por vivir no se limitan a hacerse un selfie con la emblemática Torre di Pisa.

Situada a poca distancia de Lucca y la costa toscana y a sólo 90 minutos en coche de Florencia, Pisa es el destino perfecto para una excursión de un día. Su pequeño tamaño permite recorrer la ciudad fácilmente a pie, perdiéndose entre sus edificios monumentales, la famosa Torre y las callejuelas medievales.

Antaño una prestigiosa potencia marítima y una de las cuatro repúblicas marítimas junto con Génova, Venecia y Amalfi, es innegable que hoy Pisa es conocida principalmente por su particular torre. Adorada y fotografiada por millones de turistas cada año, en contra de lo que podría pensarse, la Torre de Pisa no fue diseñada deliberadamente torcida, sino que su particular inclinación se debe al hundimiento del terreno en el momento de su construcción. Sin embargo, este detalle no le quita el encanto. La Torre también forma parte de un conjunto histórico y arquitectónico mucho más amplio, no en vano declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO: la Piazza dei Miracoli. En el corazón de esta plaza verde se encuentran el Baptisterio de San Giovanni (el más grande de Italia), la Catedral de Santa Maria Assunta – cuyo campanario es la propia torre – y el Camposanto de Pisa, diseñado por el arquitecto conocido como Diotisalvi para representar el ciclo de la vida.

Si subir a la Torre (56 metros de altura) es una obligación, se recomienda visitar las maravillas románicas pisanas de la Catedral, el Baptisterio, el Cementerio, la Ópera de la Catedral y el cercano Museo delle Sinopie. Sin embargo, es necesario reservar la entrada con antelación, ya que el lugar puede estar bastante lleno.

Al igual que Florencia, Pisa también está atravesada por el río Arno, que divide la ciudad. No es de extrañar entonces que Pisa tenga sus lungarni (Lungarno Mediceo y Lungarno Gambacorti), lugares preferidos por los jóvenes para pasear o tomar un aperitivo al atardecer. Pero los lungarni también albergan edificios antiguos de gran valor, como el medieval Palazzo dei Medici, el Palazzo Toscanelli, la Iglesia de San Matteo en Soarta y la Iglesia de Santa Maria della Spina, una obra maestra del gótico local. Desde los lungarni también se puede llegar al Palazzo Reale, una antigua residencia medieval, luego reconstruida a instancias de los Medici en el siglo XVI, durante siglos residencia de los Grandes Duques de Toscana y que ahora alberga el Museo Nazionale del mismo nombre.

Pero Pisa es también la ciudad donde nació Galileo Galilei y consiguiò sus estudios. La vocación de la ciudad por la cultura y la sabiduría se refleja todavía hoy en la presencia de una de las más importantes universidades italianas: la Scuola Normale Superiore di Pisa. La universidad se encuentra en el espléndido Palazzo della Carovana, con vistas a la Piazza dei Cavalieri -el punto de apoyo político de la Pisa medieval- y adornado con grafitos de Giorgio Vasari. Por último, toda visita que se precie pasa por Borgo Stretto, uno de los barrios más pintorescos de la ciudad. De origen medieval, en su día albergó las lujosas residencias de mercaderes y nobles, mientras que hoy sorprende por sus logias perfectamente conservadas y sus características tiendas de artesanía.