La Scala, templo de la ópera

Teatro alla Scala
Teatro alla Scala
Considerado uno de los teatros más importantes y famosos del mundo, La Scala ha acogido a los nombres más venerados del mundo de la música y el teatro.

Según Josep Carreras, «en La Scala tienes un verdadero sentido del teatro». Tienes un sentido de su historia, prestigio y talento. La Scala es un lugar sagrado para los amantes de la música y la ópera en particular. Todos los cantantes y músicos más famosos del mundo han adornado el escenario milanés: de Rossini a Verdi (el compositor del teatro durante décadas), Puccini, Toscanini, Abbado, Bareinboim y Riccardo Chailly por cantantes estrella (Maria Callas, Renata Tebaldi, Mirella Freni, Giuseppe Di Stefano, Luciano Pavarotti, Plácido Domingo y Nicolai Ghiaurov), directores principales (Luchino Visconti, Franco Zeffirelli y Luca Ronconi) y coreógrafos y bailarines famosos (George Balanchine, Rudolf Nureyev, Carla Fracci, Luciana Savignano y Roberto Bolle).

Fundado a instancias de la emperatriz María Teresa de Austria y diseñado por el arquitecto Giuseppe Piermarini, el Teatro alla Scala se inauguró en 1778 con una ópera de Antonio Salieri, «L’Europa riconosciuta». Desde entonces, aunque ha sido renovado y reformado varias veces, incluso en 2001 cuando cerró por extensas renovaciones y reabrió en diciembre de 2004, ha mantenido intacto todo su encanto y su magia. La elegante fachada neoclásica, los estucos y espejos del vestíbulo, el magnífico auditorio envuelto en oro y rojo, el brillo de la enorme araña de cristal, el tamaño y la complejidad de los decorados: todos los elementos que contribuyen a hacer inolvidable una velada en La Scala.

Sede del Coro, del Cuerpo de Ballet, de la Orquesta y de la Academia y Museo del mismo nombre, el evento musical del año en el Teatro alla Scala es el 7 de diciembre (festa dedicada a San Ambrosio, patrón de la ciudad) que marca la apertura de la temporada de ópera, con la participación de la flor y nata de la sociedad milanesa e internacional.