Una de las "grandes basílicas" de Florencia, Santa Croce es un punto de referencia para la orden franciscana. Aquí Giotto pintó algunas de sus grandes obras maestras y el escritor francés Stendhal vivió esa profunda agitación artística que se conoce desde entonces como el "síndrome de Stendhal". La basílica alberga las tumbas monumentales de Miguel Ángel, Galileo y Maquiavelo.
El complejo monumental de Santa Croce – que incluye la Basílica, la Capilla Pazzi, los claustros, la Última Cena y los espacios conventuales – conserva un inmenso patrimonio artístico que incluye las espléndidas pinturas de Giotto, con frescos dedicados a la figura de San Francisco, la Última Cena de Vasari y numerosos retablos renacentistas.
Terminada en 1320, la basílica franciscana de Santa Croce se convirtió rápidamente en el lugar sagrado donde los nobles e ilustres florentinos deseaban tener su último lugar de descanso. ¿Algún nombre? Galileo Galilei, Miguel Ángel Buonarroti, Nicolás Macchiavelli, Ugo Foscolo y Vittorio Alfieri, sólo por nombrar algunos. Famosos vinculados a otros tantos escultores ilustres que cuidaron las tumbas: entre ellos destacan los nombres de Giorgio Vasari y Antonio Canova.
Finalmente, no se pierda la visita al Campanario, la Sacristía con el famoso Crucifijo de Cimabue y la Capilla de los Médicis, los Claustros, la Capilla de los Pazzi, el Museo y el sótano.
Junto con las prestigiosas residencias, como el Palacio Cocchi Serristori y el Palacio dell’Antella, la espléndida basílica da a la gran Piazza Santa Croce, una de las principales plazas del casco antiguo, que con el tiempo se ha convertido en uno de los centros neurálgicos de la vida cultural y comercial florentina. Ha sido durante mucho tiempo el teatro de los festivales, reuniones y celebraciones de la ciudad y en el siglo XV fue sede de justas y torneos a caballo.
Desde finales del siglo XV la plaza ha sido sede de los partidos del Calcio Storico Fiorentino y se ha colocado un círculo de mármol tanto en el Palazzo dell’Antella como en el edificio de enfrente para indicar la línea media. El 14 de mayo de 1865, con ocasión del quinto centenario del nacimiento del poeta Dante Alighieri, se colocó en el centro de la plaza un monumento dedicado a él, pero más tarde se retiró y se trasladó a su posición actual en el patio de la iglesia para permitir que se celebraran los combates del Calcio en traje.
