Milán

Milán ya no es sólo la capital internacional de la moda, del diseño y de la economía: en los últimos años ha cambiado de piel, apostando por la cultura, haciendo de la belleza un objetivo a perseguir y valorando sus innumerables tesoros arquitectónicos y artísticos. Vibrante, efervescente, viva, pero también hermosa y llena de preciosos tesoros artísticos a ser revelados. Y con una intensa vida cultural en constante fermentación.

Milán, desde que ha cambiado de rostro y ha descubierto su alma mundana, es cada vez más "el lugar donde estar", la ciudad perfecta para un fin de semana de escapada - quizás en nombre del "bleisure"- pero también para una semana entera de vacaciones, para ser vivida entre muchas actividades. Seguro que no tendrá ni un minuto para aburrirse porque, como dijo el escritor Guido Piovene, "para entender Milán hay que sumergirse en ella. Sumérgete en ella, no la veas como una obra de arte". Una Milán conocida, que hace que quien la visita por primera vez y quien regresa por enésima vez se sienta "en casa", pero también una ciudad en constante transformación, siempre sorprendente, con un calendario que se enriquece con importantes eventos culturales y sociales.

Desde los lugares simbólicos del centro, los que no te cansas de ver y volver a ver - desde el Duomo hasta el Castillo -, hasta los nuevos hitos que descubren el rostro moderno y cosmopolita de Milán - empezando estrictamente por la Piazza Gae Aulenti y sus rascacielos -, hasta los "goodies" ocultos que Milán desvela sin clamor, dejando a todos sin palabras - uno de ellos todos: la iglesia de San Maurizio al Monastero Maggiore. Y luego, de nuevo, innumerables museos para elegir, grandes exposiciones internacionales que no hay que perderse, compras en las boutiques súper exclusivas del Distrito de la Moda, aperitivos glamurosos y experiencias gastronómicas de primer nivel, incluyendo chefs estrella y comida callejera.