El Baptisterio de San Juan, entre la fe, el arte y la historia

Universalmente reconocido como uno de los lugares simbólicos de la ciudad y consagrado en 1059 en honor a su patrón, el Baptisterio de San Juan es uno de los lugares de culto más antiguos de Florencia.

Situado frente al complejo de Santa María del Fiore, el Baptisterio debe parte de su fama a su particular estructura octogonal – típica de los baptisterios de la antigüedad-, coronada por una cúpula piramidal de 8 segmentos, cuyo interior, ricamente decorado, lleva la firma de grandes artistas del Renacimiento como Cimabue y Coppo di Marcovaldo.

Entre las obras maestras del interior, además del monumento funerario en memoria del «antipapa» Juan XXIII creado por Michelozzo y Donatello, destacan los preciosos mosaicos dorados de la cúpula que representan las Jerarquías Angélicas y el Juicio Final, dominados por la gran figura de Cristo Juez.

El exterior del baptisterio, en cambio, enteramente cubierto con losas de mármol blanco de Carrara y verde de Prato, es famoso por sus tres puertas de bronce, de inmenso valor histórico y artístico. La Puerta Sur de Andrea Pisano, que data de 1330, ilustra la vida de Juan el Bautista en 28 paneles, la Puerta Norte de Lorenzo Ghiberti representa la vida y la pasión de Cristo a través de 20 paneles, y con otros 8, los 4 evangelistas y los 4 «padres de la iglesia», mientras que la Puerta Este, situada frente a la Catedral y conocida con el epíteto conferido por Miguel Ángel de «Puerta del Paraíso», consta de 10 paneles dorados que representan algunas escenas del Antiguo Testamento.